CHILE: CUT apoya a trabajadoras de casa particular en demanda por ratificación Convenio 189
La Presidenta de la CUT expuso en el Panel principal de la Jornada Anual
de la Coordinadora Nacional de Organizaciones de Trabajadoras de Casa
Particular, reafirmando la idea de que “cualquiera que quiera Gobernar Chile
debe hablar de un nuevo Código Laboral”.
El domingo se realizó en el Salón de Honor del Congreso Nacional, sede
Santiago, la Jornada Anual de la Coordinadora Nacional de Organizaciones
de Trabajadoras de Casa Particular, en la que un centenar de trabajadoras
domésticas se agolparon a ser parte del debate sobre la Ratificación del
Convenio 189.
En el panel central de la jornada estuvieron presentes Bárbara Figueroa,
Presidenta de la CUT; el Diputado Osvaldo Andrade; Aida Moreno, Coordinadora de
Organizaciones de Trabajadoras de Casa Particular, María Elena Valenzuela,
Especialista en Género de la OIT; María Paz Becerra, Fondo Alquimia, y Patrizio
Tonelli, Fundación SOL.
Asimismo, la Central Unitaria de Trabajadores, además de la presencia de
su presidenta nacional estuvo representada por la Vicepresidenta de la Mujer,
Ángela Riffo, y el Consejero Nacional Encargado de Secretaría de Conflictos,
Cristián Cuevas.
Las exposiciones se centraron en la necesidad de que Chile ratifique el
Convenio 189, que recordemos fue firmado el año 2011 por el Gobierno chileno
pero aún no ha sido transformado en ninguna iniciativa legal que lo lleve a la
práctica.
El Convenio 189 establece que millones de trabajadoras y trabajadores
domésticos del mundo podrán tener los mismos derechos básicos que otros
trabajadores, incluyendo horas de trabajo razonables, descanso semanal de al
menos 24 horas consecutivas, un límite a los pagos en especie, información
clara sobre los términos y las condiciones de empleo, así como el respeto a los
principios y derechos fundamentales en el trabajo, incluyendo los de libertad
sindical y negociación colectiva.
Aida Moreno, histórica representante de las trabajadoras de casa
particular, recordó que “nunca ha sido fácil para nosotras organizarnos,
porque, aunque somos millones, no tenemos un trabajo valorado, ni por nuestros
empleadores, ni por nosotras”.
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